Por Francesc Balagué (Teamlabs)
¿Cuál ha sido tu aprendizaje más inesperado? ¿Cómo son tus entornos de aprendizaje actuales? ¿Y cómo sería tu entorno de aprendizaje ideal?
Con estas preguntas, iniciamos el taller “La Revolución educativa más allá del aula” el pasado 5 de octubre en Teamlabs Barcelona, donde nos reunimos una docena de educadores para compartir ideas y experiencias entorno a la innovación educativa.
En primer lugar, vimos que la mayoría de situaciones donde se produjo un aprendizaje inesperado, eran momentos que por varias razones nos marcaron: un viaje, una situación complicada, una persona especial, etc. Posteriormente, vimos que actualmente seguimos aprendiendo de entornos muy diversos, desde las redes sociales, el propio trabajo, en casa y con la familia, y también por ejemplo en eventos y espacios de networking. Y finalmente, al intentar imaginar el entorno de aprendizaje ideal salieron estos 10 conceptos clave:
– Compartir
– Disponibilidad de tiempo
– Diverso
– Coworking
– Pasión
– Jugando
– Sin barreras
– Espacio no limitado
– Regalar recursos
– En equipo con un propósito común
Uno de los participantes, Boris Mir, destacaba que “el aprendizaje es un proceso individual; podemos aprender en equipo, pero nadie puede aprender por ti. Podemos ayudar a otra persona a encontrar su propósito”.
Berta Lázaro, presentó los equipos como herramientas de aprendizaje que utilizamos en Teamlabs, así como la definición de ecosistema de la wikipedia, para analizar cómo se aprende en equipo:
“Un ecosistema es un sistema natural que está formado por un conjunto de organismos vivos (biocenosis) y el medio físico donde se relacionan (biotopo). Un ecosistema es una unidad compuesta de organismos interdependientes que comparten el mismo hábitat. Los ecosistemas suelen formar una serie de cadenas que muestran la interdependencia de los organismos dentro del sistema”.
En el ecosistema, hábitat es el ambiente que ocupa una población biológica. Es el espacio que reúne las condiciones adecuadas para que la especie pueda residir y reproducirse, perpetuando su presencia.
Utilizamos la definición de Vala Afshar sobre la composición de los buenos equipos, para hacer una dinámica y ver que la diversidad existente en un grupo de personas desconocidas, puede ser muy enriquecedora para empoderar los equipos:
“Every great team has a: storyteller, designer, builder, magician, stabilizer, fighter, explorer, dreamer, mentor and recruiter”.
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A partir de aquí, nos volvimos a plantear cuáles son los elementos clave para poder considerar innovación educativa y qué es necesario para que esta innovación pase a ser una verdadera revolución.
En primer lugar, consideramos la necesidad de basar los proyectos en unas estructuras más amplias, que permitan construir a partir de terrenos más extensos a partir de los cuales crecer y extenderse. Por otro lado, hay que basarse en un objetivo común y compartido por todos los miembros del ecosistema.
Hay muchas inercias y rutinas que cuestan mucho de saltar y romper. Pero además, en muchos casos o sectores, no interesa que la innovación prospere y ver que tiene un impacto positivo, se limitan a un proyecto concreto sin dar la oportunidad de que se puedan expandir. Generalmente, los cambios funcionan si surgen de una necesidad colectiva y compartida. Esto genera un propósito común que empodera a los equipos. Cuando se intenta imponer ese propósito, aunque en otro contexto haya tenido un resultado positivo, es muy probable que no acabe funcionando.
En este taller, nos focalizamos en el nivel de los equipos, pero como vimos en el vídeo-metáfora “Powers of ten” nos podríamos quedar en otra capa superior y analizar los barrios o las ciudades como entornos de aprendizaje, que dejaremos para un próximo DemoLab.Finalmente, para continuar la reflexión recomendamos este vídeo de Sara Stein "Radical Ideas for reinventing College, de la Stanford's D.School".









