Por José Luis Casal (entrenador grado LEINN en Teamlabs).
Qué despistados arrancamos los emprendedores nuestros proyectos…
Que si no me deja dinero el banco, que si el inversor de turno me pide que el proyecto esté validado, que si el business angel desconoce el sector…
¿Habéis probado a salir a vender?
El día que entendáis que 1 euro de un cliente tiene muchísimo más valor que un euro de un inversor o de financiación externa habréis ganado la batalla.
Mientras no aparece ese chorro infinito toca gestionar bien las finanzas de nuestro proyecto y no caer en estos frecuentes errores:
· Costes Fijos: externalizad todo lo que podáis. Pero todo lo secundarario. Nada de lo que afecte al core business. Así no comprometeréis la esencia y calidad de vuestros productos y servicios.
· Deuda: Un número importante de negocios están financiados con recursos propios. Logremos equilibrar bien las cuentas o nos asfixiaremos.
· Optimismo excesivo: Sed realistas en vuestras previsiones de ingresos.
· Falta de liquidez: Ese optimismo del que os hablaba en el punto anterior, os puede pasar malas pasadas en la planificación de ingresos.
· No reinvertir: Ser excesivamente conservadores puede provocar que el negocio se ahogue y que no crezca cuando toque. Debéis anticiparos a las necesidades de inversión.
· Presupuestos irreales: Qué poco se tienen en cuenta las necesidades a medio y largo plazo. Claro, luego pasa lo que pasa.
· Mezclar lo personal con lo profesional: el dinero del negocio es del negocio. El tuyo es el tuyo. Vuestros caprichos os los pagáis vosotros, no los carguéis a la empresa.
· Plazos de pago únicos: a los clientes hay que darles facilidades para pagar. Eso hará que vuelvan. Y ojo con los morosos, pueden heriros de muerte.
· ¿Un sueldo? Pues sí, ayudará a evitar esas ‘mezclas’ de las que os hablaba. Cada uno tiene su dinero y que lo administre.