Por Berta Lázaro (TEAMLABS/).
Este año ha sido el 9º aniversario de Mondragon Team Academy (MTA). En junio lo celebramos y, ese mismo día, entregamos los diplomas a la 4º generación, 100 emprendedores en equipo que empezaron en 2012 su viaje profesional en el grado LEINN (Liderazgo, Emprendimiento e Innovación) en el País Vasco, Madrid y Holanda. Una generación que confió en una nueva carrera universitaria, todavía desconocida, y sin egresados. Entre todos ellos, dimos los títulos a los 10 emprendedores de la empresa Walkinn, la primera promoción de LEINN en TEAMLABS/ Madrid. En el mismo evento, agradecimos a los primeros Leinners y las primeras familias que apostaron por comenzar con nosotros, con el equipo de TEAMLABS/ un nuevo proyecto educativo que aspiraba a diseñar un laboratorio de aprendizaje para equipos. Lo que en su momento pareciera una idea peregrina, una intención soberbia de transformación educativa, un proyecto inabarcable, es ahora una realidad y finalmente una alternativa universitaria en España. Hoy por hoy, somos un laboratorio urbano de creación, y estamos en Madrid y en Barcelona. Es un hecho. Ya somos más de 250 en septiembre. Y en total, más de 1.000 entre todos los laboratorios del mundo de MTA.
Tuve la suerte de ser la entrenadora de este equipo pionero, he tenido la suerte de haber aprendido de ellos durante cuatro años, y sigo teniendo la suerte de acompañar de cerca sus nuevas trayectorias profesionales. Los aprendizajes de cuatro años son sólidos, sedimentados, vividos con tanta intensidad que sería difícil olvidarlos. He aprendido con cada uno de ellos. De Olatz Azcuna he aprendido a ser una aprendiz insaciable; de Manu Sierra a estar siempre alerta; de Maddi Agirrezabal a ser humilde; de Gentzane Goienetxea pensar en el futuro; de Kevin Costa a soñar en grande; de Enrique Cat a ser ambiciosa y querer trascender; de Andrea Froiz a ser ingeniosa; de Ander Motuberria a ser generosa; Lara Larrañaga me ha enseñado a sonreír; y de Dado Díez-Hochleitner he aprendido a ser cada día más libre. Walkinn también lo componían otras personas que no acabaron LEINN: Tomás, Javi, Ignacio, Alex, Ibone, Dani, Iker, Jaime, Joaquín, Diego, Álvaro. Tenemos mucho que agradecer por el viaje que hemos compartido y por lo que hemos aprendido juntos. Nos nos olvidamos de ellos y forman parte de nuestra historia.
Después de cinco años creando LEINN en Madrid y tres en Barcelona, reconocemos una gran lección. Sabemos algo importante, obvio y fundamental. Existe un LEINN para cada LEINNer. Todos los Leinners que empiezan el primer año de LEINN tienen que entender que cuando en foros de innovación pedagógica decimos “el alumno es protagonista de su propio aprendizaje” les obliga como Leinners a determinar su propio camino, a decidir qué quieren hacer y cuándo, les obliga a asumir una responsabilidad profesional que no se asocia a un universitario común. Y a nosotros, como institución académica, nos obliga a hacer un seguimiento muy cercano de los procesos y progresos de los Leinners, nos obliga a ser flexibles, nos obliga a discutir constantemente el ritmo necesario para llegar a donde ellos aspiran llegar, a ser profesionales de 20 años en el mercado laboral, a ser emprendedores en equipo, a generar valor HOY, creando soluciones para los retos de la sociedad del siglo XXI, con y para las empresas. El reto es difícil, y el proceso es único para cada uno de ellos e igualmente difícil para todos. Por eso necesitamos entrenarnos y seguir aprendiendo. TODOS.
Parece fácil mirar atrás ahora después de cinco años juntos, parece fácil porque hoy Olatz está trabajando de manager en una empresa familiar AFEDE; Ander ha montado un equipo para desarrollar DoBeDo, una empresa de microinfluencers; Gentzane sigue en Madrid buscando una oportunidad que le sacie; Lara sigue con su proyecto de agencia de comunicación Lara Larrañaga Studio; Andrea acaba de firmar un contrato con una multinacional, Carrefour, en el departamento de innovación; Maddi se ha metido en un proyecto de diseño estratégico con en el País Vasco, Praxis LG; Manu, Kevin y Dado han constituido Snau, con un excepcional equipo de 9 personas y acaban de levantar en su primera ronda de financiación 250.000€; y Enrique, que ya creó Nostoc en 2015, en su día fue uno de los primeros proyectos que levantaron financiación en la Bolsa Social, hoy en día abastece a más de 700 agricultores españoles de fertilizantes orgánicos. Parece todo más fácil porque ha sido difícil, porque sabemos que podrá volver a serlo. Hemos aprendido a aprender y hemos aprendido a disfrutar cada paso del proceso bueno o malo. LEINN, como la vida, te enseña a no maquillar la realidad y simplemente vivirla y hacer lo mejor posible con lo posible.
Hoy seguimos siendo un equipo de aprendizaje, aprendemos todos los días y seguimos estando cerca. Fuimos los primeros en comenzar la Comunidad de aprendizaje en Madrid. Éramos 20. Este año seremos más de 250 leinners entre TEAMLABS/ Madrid y Barcelona. Seguimos trabajando duro para seguir sintiéndonos orgullosos y agradecidos por estar acompañados y rodeados de gente tan especial que nos hace creer que juntos estamos contribuyendo a construir un mundo mejor. Como proclama su imagen corporativa: Take a Walk with us, KEEP WALKINN!!!
LEINN Barcelona y Madrid:
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